Quiero mandarte unas Cariciasgustitos. Abrazarte por detrás, darte besitos en esa orejitas tan lindas que tienes mientras te susurro al oído que eres la cosita mas linda y especial que esta leyendo esto.
Para que te olvides de todos y de todo. Agarrarte esos cantaros de miel tan ricos que tienes y darte pequeños pellizquitos en los pezones. Te llevaría a tu cama para darte un masaje por todo tu cuerpo. Para relajarte y quitarte esas tensiones que se te ponen en las cervicales. Pasaría mis uñas por tu espalda de arriba a abajo, suavemente, muy suavemente. Como si hiciera dibujos en ella. Así estaría mucho rato, mientras suena una música de olas del mar.
Tú cerrarías los ojos y te dejarías transportar hacia mundos lejanos. Después de las uñas, te acariciaría con las yemas de los dedos, tan suave como si cayese una hoja del árbol y se posase en tu espalda. Llegaría, con mis caricias, hasta donde la espalda gana su buen nombre, tu culito.
Ese culito tan lindo y apretado que tienes. Podría decir que lo tuyo no es un culito sino un CULINDO. Allí no estaría mucho tiempo, porque si lo hiciese, me pondría cachonda y terminaría lamiéndote tu precioso, tierno y mimoso ano y tu empezarías a desfallecer y me pedirías más y más y entonces tendría que pasar a lamerte la vagina y entonces seriamos como un volcán.
Así que solo, te daría algunas caricias en tu CULINDO, o debería decir ¡MI CULINDO! porque los demás incluida tú siempre lo has visto como un culito, o una cola, o un culo, o un trasero. La única que lo ve como un CULINDO soy yo, aunque ahora también tú.
Bueno ya estas en el séptimo cielo y todavía no hemos tenido sexo. Entre mujeres eso es normal. Nosotras no necesitamos el sexo para llevar a alguien hasta el mismísimo cielo. Después de la espalda me dedicare a tus piececitos, porque si no lo sabes tienes unos piececitos muy, muy lindos. Se como acariciarlos y que se te quiten hasta los dolores de cabeza.
Puedo ponerme a acariciarte los pies y dejarte dormida en diez minutos con mis caricias. Tus piececitos son muy lindos, pero en esa parte de tu cuerpo ellos no son la estrella. Las estrellas son los deditos tan mimosos y coquetos que visten esos lindos piececitos. Esos deditos son las cositas más tiernas y dulces que jamás mujer alguna haya tenido.
Bueno mi amor relájate y disfruta con este masaje. No necesito lanzarme sobre ti a devorarte por cualquier sitio para que alcances un orgasmo. Si estuviese ahí contigo mi masaje suave, tierno y mimoso te llevaría al paraíso.
Tu vagina chorrearía jugos suavemente sin haberla tocado. Para terminar después de recorrer todo tu cuerpo con mis suaves caricias te daría mi masaje muy especial. Te acariciaría la espalda con la punta de mi nariz y mis pezones, con caricias apenas perceptibles. De mi boca solo se oiría como el soplar del viento. Te daría un gusto extraño por todo el cuerpo que nunca has podido imaginar. Luego te taparía con una suave y sedosa sabana para dejarte dormir y que sigas soñando con el paraíso. Pero, antes de irme te besaría los labios, me llenaría de ti y por eso voy a apagar la luz para que pienses en mi, mi vida.
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