por SILVIA PONS
Posición válida para todas las mujeres, pero para las embarazadas en particular. Mantener relaciones sexuales durante el embarazo es un poco más difícil de lo normal.
Hay estadísticas que demuestran que alrededor de una 50% de las parejas dejan de practicar sexo, durante estos nueve meses y sin embargo según los expertos es muy necesario el mantener esta actividad durante el periodo de gestación, eso si puede haber excepciones, por motivos de salud donde tanto la madre como el feto puede resultar dañados por causas de la penetración.
Aunque esta posición se parece bastante a la del columpio, esta se diferencia en que el hombre esta completamente estirado en la cama, es decir que su torso no queda elevado por estar apoyado con las manos en la cama, por tanto las manos de el le quedan libres para acariciar las nalgas y espalda de su pareja.
Además el podrá controlar el ritmo de la relación ondeando la pelvis y levantando las nalgas de ella. La mujer podrá agarrar las rodillas de su pareja para estabilizarse e inclinándose hacia adelante apoyará su abultada barriga en los muslos de el. Parecerá que es una posición donde ella lleve el control, pero no es así son los brazos del hombre los que la levantan marcando el ritmo de entrada y salida en el vaivén, dejando a ella la posibilidad de controlar la profundidad de la penetración, sin agotarse en demasía.
Como todas las posiciones esta también tiene sus inconvenientes, como si la barriga es muy grande o ella tiene mucho peso, puede que al hombre le cueste mucho levantar su peso al hallarse acostado. Además del temor de hacerle daño con las rodillas puede inhibir ciertos movimientos.
Para no embarazadas
“ La amazona” permitirá a la pareja formar un sinfín de juegos eróticos y sexuales, con todo tipo de ritmos y controles que podrán realizarlos los dos conjuntamente. A diferencia de la famosa posición “ de la Andrómaca” ella está de espalda a el y el completamente acostado, ella se sentará encima del vientre al tiempo de iniciar la penetración, que será todo lo profunda que ella quiera se debe realizar muy suavemente, la curvatura del pene y su erección puede ser un inconveniente doloroso, si la penetración se hace bruscamente.
Ella podrá realizar los movimientos de su tronco a su antojo para provocarse más placer, inclinarse hacia adelante hasta apoyar el pecho en los muslos de el, o bien mantenerse completamente erguida, mientras que acaricia los testículos y el muslo interior de el, también tiene la elección de echarse y apoyándose con las manos a cada lado de la cabeza de el, en esta posición el hombre si que podrá acariciar los pechos, el vientre y el clítoris de ella proporcionándole un sinfín de sensaciones placenteras, acompañando el ritmo de su propia excitación.
Aunque parezca que en esta posición manda ella no es así, pues el hombre puede marcar el ritmo del movimiento de vaivén, cuando sujetándola por las nalgas las levanta y baja al ritmo que el imponga. El espectáculo visual que el percibe es altamente excitante y será muy agradecido si la mujer tiene una larga melena y quiere jugar con ella en la cara de su compañero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario