miércoles, 6 de enero de 2016

cita a ciegas




Hola Silvia, lamentablemente últimamente no he podido mandarte ningún relato de mis experiencias. Pero bueno, todo es por tu culpa Emoticono wink. Recuerdas aquella chica que te contactó y que quería conocerme? Pues hace unas semanas, un domingo a la tarde me mandó un mensaje.

Estaba en casa después de comer, y de repente veo una solicitud de amistad de Angeles (por favor si publicas esto cambíale el nombre). Te paso la conversación:

- Hola guapo! Que tal?

- Hola... yo bien gracias, y tu?- Pues bien gracias, aquí en casita.
- Así como yo.
- Ya has comido?
- Si, hace un ratito, y tu?
- Yo también. Me falta el postre
- Jeje. Eres directa.
- Pues si, para que dar rodeos. He leído los relatos que cuelga Silvia. Son geniales.
- Gracias.
- Te han pasado realmente?
- Lo dejo a tu imaginación. Tienes alguno favorito?
- El de la comida de coño en el coche. Me encanta, de verdad pasó así?
- estooo ...- Jejeje. Que pillo eres.
- Eres la de la foto?
- Si. Te gusto?
- La verdad es que eres muy atractiva. Que edad tienes?
- Jejeje. Madurita, como a ti te gustan. 46 primaveras.- Mmmmmmm.
- Tienes planes esta tarde?
- Si, pero los puedo cancelar si tengo una buena oferta.
- Pues cancélalos.
- Y la buena oferta?
- Soy yo. Jajaja.
- Jejeje. Que te piensas, que soy un chico fácil?
- Si. Jajaja.- Te equivocas, soy muy selectivo.
- A si?
- Si.
- Pues yo acabo de leer tu último relato, y estoy muy cachonda.
- Jeje.
- Te apetece quedar?
- Ya te he dicho que no es tan fácil.
- Ahhhh. Y que tengo que hacer, mandar un currículum?
- No, tan solo hacer todo lo que yo diga.
- Todo lo que tu digas?
- Si.
- Como que?
- Todo lo que yo diga. Cuando desobedezcas se termina todo.
- Me lo estas diciendo en serio?
- Si.
- Y a ver, que tengo que hacer?
- Primero de todo, hazte una foto de cuerpo entero y me la mandas.
- No.
- Vale, adiós.





- Vale vale, espera, te la mando.



[Porfavor Silvia, no cuelgues la foto que te mando]

- Te gusta?
- Si.
- Y ahora?
- Quieres quedar?
- Si.
- Ven a mi casa.
- No, mejor ven a la mía.
- Vale, adiós.- Vale vale, jolín chico.
- No, pasa nada. Si no quieres hacer lo que te digo, terminamos y ya está. Si quieres continuar, haz lo que te digo. Es fácil.
- Vale vale. Dime donde vives.
- No, te he dicho que no es tan fácil.
- Entonces?
- Simplemente haz lo que te diga.
- Ok.- Prepárate para salir, ducha... etc... Quiero que te cambies y que te pongas de ropa interior algo que no sean bragas y que no sea ni blanco ni negro. No te pongas sujetador. Ponte los zapatos de más tacón que 
tengas.- Jaja. Increíble.
- Si o no?
- Si si. Hecho.
- Ok. Te espero, no tengo prisa, tomate tu tiempo.
- Ok, hasta ahora.
- Ya estoy, he tardado?
- No, tranquila, he aprovechado para prepararme yo también.
- Perfecto. Y ahora?
- Conoces la calle XXXXXXXXX?
- Si.
- Sabes que hay una peluquería?
- Si.
- En 20 minutos quiero que estés en el banco que hay delante. Siéntate ahí y estate pendiente del móvil.
- Ok.
- 20 minutos, si tardas un segundo más, se termina todo.
- Ok.
- Que puntual! Te han sobrado 4 minutos.
- Me ves? Donde estas?
- Tranquila, confía en mi.
- Esto es un poco extraño.
- No hagas nada de lo que no estés convencida o no tengas ganas. Cuando quieras lo terminamos.
- Quiero verte.
- Todo a su tiempo.
- Ponte de pie y anda en dirección a la peluquería.
- Voy.
- Y ahora?
- Mejor en persona, eres muy atractiva.
- Gracias.
- Entra en la peluquería y pide un paquete que han dejado a nombre de Josep.
- Que vergüenza.
- Tranquila, nadie sabe lo que es, excepto yo, y tu en unos minutos.
- Vale, ya lo tengo. Lo abro?
- Todavía no. Ve hacia el portal del numero 34.
- Vale.
- Sube por las escaleras al tercer piso y entra en la puerta que veas abierta.

Cuando Angeles llegó al rellano del tercero se encontró con 4 puertas, una de las cuales estaba entreabierta. Se acercó, llamó a la puerta pero nadie respondió. De repente volvió a sonar su teléfono.

- Entra y cierra la puerta.

Entró y con una voz débil y temblorosa dijo:


- Hola? Josep?

Todo estaba en penumbra y nadie respondió a sus preguntas. De repente volvió a sonar el móvil.

- No tengas miedo.
- Donde estas?
- La puerta esta abierta en todo momento. Puedes irte cuando quieras.
- Si, tengo un poco de miedo. Pero estoy muy cachonda. Esto me esta poniendo mucho.
- Camina hacia el pasillo y entra en la habitación que tenga la puerta abierta.

Los tacones de Angeles chocaban contra el suelo. Después de unos quince pasos, se pararon.

Angeles entró en una habitación grande, con un armario empotrado de color blanco que cubría toda una pared. La habitación era oscura, no entraba ni una gota de luz. No había nadie. Las paredes negras hacían que tanto el armario blanco como la cama resaltaran en la oscuridad. Los muebles también oscuros de lineas muy rectas, desaparecían en la penumbra. El teléfono de Angeles sonó de nuevo.

- Quítate el abrigo y el bolso, déjalos en la butaca que hay detrás tuyo.
Deja también el paquete encima de la cama al lado del pañuelo negro.
- Ok.- No tienes curiosidad por ver lo que hay dentro del paquete?
- Tengo más curiosidad por verte a ti.
- Todo a su tiempo. Abre el paquete.

Angeles abrió el paquete y se encontró un plug anal..





- Te gusta? Sabes lo que es?
- Jeje. Si sé lo que es, pero nunca he usado uno. Todavía...
- Déjalo encima de la cama, luego apaga el móvil y guárdalo en tu bolso. Después ata el pañuelo negro de la cama en tus ojos.
- Quiero verte.
- Hoy no me verás, solo me sentirás.
- Que?
- Lo que oyes. Si no quieres, puedes irte.
- Bufffff....
- Vale.

Después de esto, esperé unos minutos mientras ella seguí las instrucciones. Sigilosamente entre en la habitación sin que ella se diera cuenta.

Estaba delante de la cama, enfrente del armario a dos pequeños pasos de la cama. La observe un momento. Estaba nerviosa, se le notaba. Mordía su labio y acariciaba sus muslos con las palmas de las manos. Era una mujer de estatura media, pero se había subido a unos tacones imposibles que estilizaban su figura y la hacían más alta. Eso me gustó.

Vestía una minifalda negra con medias. Como le había dicho, no llevaba sujetador, y bajo una camisa blanca se insinuaban dos pechos pequeños con unos durísimos pezones. Se podría decir que era una mujer delgada. A primera vista me pareció que cuidaba su figura. Resaltaba su cadera ancha y un buen culo. Eso me excitó, era ideal para el juego que tenia pensado.

- Hola- Dije con una voz grave.


Ella se sobresaltó, no esperaba que yo estuviera allí.


- Hola Josep- Dijo con la voz temblorosa- Te he asustado?
- Un poco- Pero acto seguido sonrió.
- Eres muy atractiva-
- Lamentablemente no puedo decir lo mismo-
- Ya te he dicho que soy selectivo, esto es un casting- Dije serio pero dejando clara la broma.
- Casting? Interesante...- Dijo ella sensualmente
- Preparada?
- Si- Dijo convencida.
- Hay dos normas solo: primera... si no quieres hacer algo de lo que te diga, te puedes ir; segunda... si no haces algo de lo que te digo, te vas. Entendido?- Dije tajantemente.
- Entendido.
- Muy bien... para empezar... date una vuelta... quiero verte bien.

Angeles se volteó lentamente, insinuándose, estaba entrando en el juego y me sirvió para degustar su bonito y grande culo.

- Muy bien. Ahora quítate la camisa.

Parecía que dudaba si obedecerme, pero sin decir nada empezó a desabotonar la camisa. Cuando la tenia abierta, se la sacó tapando sus pechos con las manos.

Ahí la tenia, yo sentado en la cama y ella subida a unos tacones con una falda bien apretada tapándose los pechos.

- No me las enseñas? Te da vergüenza?
- Son pequeñitas.
- Enséñamelas.
- Pero están bien puestas.

Entonces, de repente abrió sus manos para agarrárselas con fuerza para ofrecérmelas. Me tuve que resistir. Tenia unos pezones pequeños, durísimos.

- Muy bien.- Dije, resistiendo la tentación.
- Te gustan? - Dijo ella, agarrándoselas de nuevo.
- Si.- Dije tajante.
- Quítate la falda.

Sin dudar mucho, abrió la cremallera lateral de su falda y la dejó caer al suelo. A la vista quedaron unas medias que le llegaban hasta medio muslo y un finísimo tanga de hilo de color rosa chicle. Me puse muy cachondo.

Seguía de pie, delante mio, subida en sus tacones. Me moría de ganas por ver su culo.

- Gírate.

Sonrió y se giro, poniendo sus manos en las nalgas. La vista era impresionante. Tenia un culo grande comparado con el resto de su figura, pero parecía duro y terso.
Me levanté y me acerqué a ella. Olía bien, se había puesto perfume pero todavía no lo había detectado.

Ahora ya no me resistí, pasé mis manos por su cintura y subí rápidamente hacia sus pechos. Noté su suspiro cuando toque sus pezones. La apreté contra mi, buscando su culo con mi paquete.

Intentó girarse.

- No.- Y volví a sentarme en la cama.

Una vez en la cama le dije:


- Abre las piernas y dobla la espalda hacia el suelo.

Obedeció sin dudar. La vista era espectacular. El tanga apenas servia para taparle los labios superiores. Estaba a mil. Me volví a acercar, pero ahora directamente fui con mi boca a su coño. Me sorprendí al encontrar el tanga completamente mojado. Esto no impidió que continuara lamiendo casi sin apartar el tanga. Su flujo estaba caliente, delicioso. Estuve unos minutos, antes de ir a mi destino inicial. Sin tocar el tanga, subí con mi lengua por sus nalgas hasta llegar a su ano. Aparté un poco el hilo del tanga con mi propia lengua, y lamí su ano aplicando todo el exceso de saliva de mi boca.

Antonia no parecía sorprendida, simplemente daba grititos y suspiros escuetos. Tampoco se extrañó al ver que yo paraba, supongo que intuyó mi siguiente paso. Cuando me giré y cogí el plug anal. Ella ya me esperaba con las dos manos en sus nalgas, abriéndose el culo. Chupé el plug, chupé su culo, y empecé a introducírselo. El plug no era muy grande, pero inicialmente su culo se obstinó, rechazándolo. Así me lo hizo saber ella, lanzando un grito ahogado. Volví a chupar el plug, y me amorré a su culo ofreciéndole un gran beso negro lleno de saliva. Al apartar mi boca, su culo ya ofrecía un pequeño agujerito negro. Volví a chupar el plug, que estaba lleno de mi saliva, y lo introduje lentamente en su ano. Volvió a costar, volvió a gritar, pero esta vez entró.




Volví a la cama a sentarme, y la imagen en ese momento era de lo mas excitante. ahí tenia a Angeles, con unos zapatos supersexys, enfundada en unas medias y un tanga rosa chicle, vendada en los ojos y lo mejor: de su culo salia un diamante.

- Gírate.- Le dije.

- Ahora ya soy una zorra completa.- Dijo irónicamente.
- Arrodíllate.- Dije aguantándome la risa por su comentario.

Se puso de rodillas, adquiriendo una posición felina. Ella sabia donde yo estaba, así que se fue acercando a mi, mientras yo sacaba mi polla del pantalón. Para cuando alcanzó mi posición, mi polla ya estaba tiesa y esperando el tacto de sus labios.
Me impresionó la destreza con la que se la puso en la boca, a pesar de no ver nada. Dio un par de chupadas largas iniciales. Metiéndola toda en la boca y llenándola de saliva, y de repente empezó a chupar con frenesí. El ritmo era muy rápido ya de inicio, pero por momentos fue subiendo, todavía más, hasta llegar a momentos donde ella misma se ahogaba.

- Tienes ganas de polla, eh?.- Le pregunte mientras con mis dos manos la apartaba de mi polla.
- Si... muchas.- Dijo recuperando el aliento.



Me levante con un movimiento rápido que la sorprendió y en el mismo momento la situé a ella sentada en el suelo, con la espalda recostada en la cama. Creo que en ese momento estaba confundida, con sus manos trataba de alcanzarme, pero yo estaba demasiado lejos aprovechando el momento para quitarme los pantalones. Unos pocos segundos después, ya desnudo, fui hacia ella, directamente, a meterle mi polla en la boca. Al tocar sus labios con mi capullo, abrió la boca todo lo que pudo y se la metí hasta la garganta. Tenia todo mi cuerpo sobre su cabeza, que justo reposaba sobre la cama. Aguanté unos segundos. Cuando me pareció que ya era suficiente, me retiré, pero cual fue mi sorpresa cuando sus manos me agarraron el culo. Una mano en cada nalga, pidiéndome que apretara más... así que lo hice. Aguanté un buen rato, y luego me aparte. Saqué mi polla de su boca, con mucha saliva, tanta saliva que se hacían hilos desde la distancia, de mi polla llegaban a su boca. Ella de mientras, recuperaba el aliento. Su cara estaba también llena de saliva y el poco maquillaje que llevaba estaba todo corrido.





- Más!- Me dijo con voz de desesperación.

No me lo pensé y volví a la carga. Esta vez ya me esperaba con la boca abierta y yo empecé a sacarla y a meterla profundamente. Literalmente estaba follándole la boca. Mis testículos impactaban contra su cara, y ella trataba de agarrarme el culo en cada embestida, pidiéndome mas frecuencia.

Ella soltaba sonidos guturales entre respiro y respiro. Quería más y más. Yo aumentaba la frecuencia tratando de no hacerle daño, y solo paraba en algún momento para dejarla respirar. En esos momentos, una vez ya recuperada, ella cogía mi polla y se golpeaba la cara. En algún momento, en lugar de ofrecerle mi polla, le acerqué mis testículos que ella absorbía en su boca y chupaba con el mismo frenesí que en la chupada inicial.

Yo estaba a punto de explotar, así que me situé delante de ella tocándome la polla, acariciándola.

- Te vas a correr?.- Me pregunto
- Si.-

Y de repente mi polla expulsó un enorme chorro de semen que fue directamente a su barbilla. La corrida bajo por su cuello, y ella con sus manos se la llevó al pecho y se la restregó por sus pezones. Yo fui y con mi pene recogí la leche que había en su barbilla y se la introducí en la boca. Ella chupó todo y lo trago, mientras seguía repartiendo la corrida por su pecho.






- Espera aquí, ahora vengo.- Le dije.

No sé si me hizo caso, pero salí de la habitación, me vestí y me fui de casa. Cuando estaba en la calle abrí el móvil:

- El plug es para ti. Hasta la próxima.


Llamé a un amigo y fuimos a tomar una cerveza al bar de la Seu Vella. Una hora mas tarde sonó mi teléfono:

- Me he masturbado en tu cama, usando tu almohada para que sueñes conmigo. El plug te lo he escondido por la casa. La próxima obedecerás tu.


Besos. Angeles.

1 comentario:

  1. Muy buena historia y gran imaginacion pero no se la cree nadie.

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