LOS ESPEJOS… Y LA ADMIRACIÓN DE TU PROPIO PLACER
Por SILVIA PONS
¿Quién de nosotras no ha pensado o bien ha pedido a su
pareja, la colocación de un espejo grande en el cabecero o en el techo justo
encima de la cama?.
Yo si, lo he pensado
y si, lo he pedido, pero no está ahora mismo en las prioridades de gastos
inmediatos.
Yo tengo claro que un espejo estratégicamente colocado, nos
puede dar un buen complemento para darle un festín a los sentidos. Y más aun
cuando puedes mirarte y ver tu propia clara de placer, o bien admirar como se
lo monta tu amante para aumentar tu éxtasis gracias a las caricias y mimos que
nos da, como si estuviéramos espiando una pareja, nos aporta ese componente
morboso de los voyeurs.
Contemplar el momento de sentirte poderosa a la vez que
descubres, como tu cara refleja la pasión del momento. O bien ver como disfruta
tu amante por la buena sesión que le está haciendo a tu cuerpo.
Pero porque no disfrutar de un momento de hedonismo, al
mirarnos al espejo y decirnos a nosotras mismas: “Disfruta de este momento
Diosa”, mientras nos mordemos los labios. Es tuyo y de nadie mas, sobre todo
cuando tu rostro se transforma en una mueca de deseo salvaje, al mismo tiempo
que todo desaparece al cerrar los ojos, pendiente de como llega el climax
final..
Ufff, como me ponen estas cosas que escribo, eso me lleva a
ponerle una nota en el escritorio, para recordarle lo del espejo en el techo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario