martes, 18 de marzo de 2014

LA MONJITA MAL HABLADA

En un convento había una monja muy ordinaria, siempre que hablaba con las otras monjas de cualquier cosa, lo acompañaba con palabrotas y grosería de las mas terribles.

Sus compañeras estaban cansadas de ella y de sus groserías. Y un día se reunieron todas las monjas sin estar ella delante y llegaron a un acuerdo:

Cuando la monjita ordinaria empezara con sus palabrotas y groserías, todas se apartarían de ella y la dejarían sola, para mostrarle su rechazo por su forma de hablar.

Un día mientras comían todas, se empezó a hablar sobre las guerra y sus consecuencias.

Sor Alejandra dio su opinión:
- Si yo pudiera mandaría un camión lleno de alimentos, para toda esa gente.

Sor Mercedes también dijo la suya:
- Si yo pudiera mandaría un camión lleno de alimentos, para toda esa gente.

Y la monjita ordinaria, mirando a todas ellas les dijo:
- Si yo pudiera mandaría un camión lleno de putas, para los pobres soldados.

Y tal como habían decidido las monjitas al mismo tiempo, tal como acordaron, se levantaron de la mesa y se dirigieron a la puerta.

Entonces la monjita les gritó:
¡¡ ESPERAROS, VICIOSAS DE LOS COJONES QUE AÚN NO HE CONTRATADO EL CAMION!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario