jueves, 22 de octubre de 2015

sexo en el trabucador

por ANONIMO DE LLEIDA

Fuimos a pasar un fin de semana fuera, después de una cena romántica el sábado nos retiramos al hotel donde hicimos el amor hasta decir basta, a la mañana siguiente y después de desayunar en la terraza de la habitación mirando el mar, decidimos que pasaríamos el día en la playa, así que agarramos las cosas y nos fuimos con el coche a un lugar especial, se llama la playa del Trabucador, es un trozo de tierra que entra en el mar, tiene unos once kilómetros de largo y esta bañado por las dos partes. Porque es especial? te cuento. Al principio de este brazo de tierra en el mar toman el sol las familias y a medida que te vas adentrando, la gente esta mas distanciada entre si, hasta que llegando al final hay un acuerdo no escrito que hace cada uno se ponga a unos doscientos metros o mas del otro, en este tramo se practica el nudismo.


Aparcamos el coche y nos instalamos debajo de la sombrilla con nuestras sillas-hamacas, nos desnudamos y tomamos un baño refrescante, en el agua empezamos a besarnos y a jugar con nuestros cuerpos entrando en excitación rápidamente, después de una rato nos fuimos a nuestras sillas y mientras charlábamos nos empezamos a tocar, nos mirábamos fijamente a los ojos mientras nos masturbábamos mutuamente, deliberadamente lo hacíamos muy despacio, disfrutando al máximo de la visión del otro mientra nos tocamos, tus pechos magníficos, tus pezones erectos invitaban a chuparlos, a morderlos, mientras tu meneabas mi verga y te pasabas la lengua por los labios insinuando le que iba a venir, pero me hacías esperar para que mi deseo fuera mayor si cabe. 


Estábamos de esta manera acariciándonos cuando vimos como venia un tipo por la playa, iba desnudo, tan solo llevaba una gorra para protegerse del sol, paramos de tocarnos y nos dedicamos a observarlo mientras se acercaba a nuestra altura, de lejos ya se le adivinaba una media erección, estaba claro que el tipo nos había visto tocarnos, a medida que se acercaba y cuando estaba casi a nuestro lado, aflojo el paso y nos miró fijamente, entonces te dije que te tocaras los pechos, entendiste enseguida cual era mi intención. De la manera mas lasciva empezaste a acariciarte los pechos, sobándolos, tocándote los pezones y besándotelos, el tipo se paro delante nuestro y ante tal provocación empezó a tocarse la verga, enseguida se le puso dura y la verdad es que la tenia muy grande. 





 
Todo este juego te excitaba sobremanera y empezaste a tocarte con más ganas abriendo tus piernas para que el extraño viera todo tu sexo rasurado, el tipo empezó a masturbarse frenéticamente, entonces empezaste a tocarte el coño, abriste los labios de tu sexo y mirabas al tipo para ver cual era su reacción, el respondía a tu provocación meneándosela mas fuerte y mas rápido, te chupaste un dedo de la manera mas provocadora y te lo pusiste dentro de la vagina, repetiste la operación con dos dedos y te follabas a ti misma, entraban y salían con un cadencia pasmosa, estabas totalmente mojada y disfrutando del morbo que te daba la situación, en un momento dado el tipo estaba tan excitado que parecía estar fuera de si e hizo el gesto de acercarse a ti pero entonces yo levanté la mano para pararle, haciéndole entender de que mirar si, pero tocar no. 

El tipo estaba frustrado pero no paraba de meneársela y entonces me levanté, me puse delante de ti y empezaste a chupármela, te recreaste como nunca, dándome tanto placer que creía morir, mientras el tipo alucinado ante el espectáculo se corrió sin dejar de mirarnos, tu continuaste como si nada, lamiendo, chupando, mordisqueando mi verga mientras que con la otra mano me acariciabas los testículos, el tipo no paraba de mira con los ojos desorbitados al ver como la hacías y con el placer que sentías al hacerlo, como me matabas de gusto. 


Al cabo de un rato me tenias cogida la verga con una mano y con la otra te masturbabas. Sin poderlo remediar yo gemía de gusto y te cogí de la cabeza y follaba tu boca hasta adentro, tu me clavabas tus uñas en el culo y me tirabas para ti, el tipo volvía a estar empalmado, se masturbaba frenéticamente, cayo de rodillas en la arena y continuaba meneándosela, mientras ya no podíamos mas y entonces tuvimos un orgasmo bestial, yo me corrí en tus tetas, fue fantástico, tu me lamías las últimas gotas de semen matándome de placer, el tipo al ver esto también se corrió gritando como un poseído, al cabo de un rato el tipo se levantó y se llevo la mano a la gorra haciendo un gesto a modo de saludo y luego se perdió playa abajo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario