Un testigo de Jehova se sienta con un vasco del mismo centro de Bilbao.
Cuando el avión ha despegado las azafatas empiezan a repartir bebidas a los pasajeros.
El vasco pide un whisky doble.
La azafata le pregunta al Testigo de Jehova, si quiere beber algo.
A lo que este le contesta en mal tono:
- Prefiero ser raptado y violado salvajemente por una docena de putas, antes que una gota de alcohol toque mis labios.
A lo que el vasco al oirlo le devuelve el whisky a la azafata y dice:
- aivaa la hostia, yo también quiero lo de este... No sabia que se pudiera elegir.
Jajajajajajaja
ResponderEliminar