por SERGIO
Por fin llegan las vacaciones pensé, después de todo un año trabajando estaba deseando coger unos días de fiesta. Llegabala Semana Santa y estaba deseando
irme por ahí unos días. Después de negociaciones entre mi grupo de amigos
decidimos hacer una ruta por el interior. La ruta elegida iba a ser Madrid,
Toledo, Cuenca y finalmente Ciudad Real. Lo que yo no m imaginaba es que este
viaje iba a ser uno de los mejores de mi vida.
Por fin llegan las vacaciones pensé, después de todo un año trabajando estaba deseando coger unos días de fiesta. Llegaba
El equipo con el que iba era en total 4 personas. David,
Carlos, Dani y yo; nos habíamos propuesto visitar lo mejor posible dichas
ciudades, pero siempre podía haber sitio para una buena noche de fiesta.
El primer punto de parada fue Toledo. Una ciudad preciosa,
estuvimos en la catedral primada, el palacio arzobispal y viendo los restos
romanos de la ciudad. Fue una visita digamos que cultural. El siguiente punto
de parada fue Cuenca, sus casas colgantes, el archivo histórico provincial, y
un par de conventos que no nos mataron mucho, la verdad.
Finalmente llegamos al punto del viaje que mas recuerdo. Ya
estábamos hartos de tanta cultura y teníamos ganas de fiesta y de pasar un buen
rato. Coincidía que aquella misma tarde jugaba el Ciudad Real, uno de los
mejores equipos que hay en la liga española de balonmano, y decidimos ir a
verlo. El pabellón estaba repleto, al parecer jugaban un partido de la
champions contra un equipo alemán y el partido prometía.
El pabellón se llamaba
Quijote Arena y debían de caber unas 5000 personas. Ocupamos nuestros asientos
y empezamos a disfrutar del ambiente. Estaba mirando el pabellón y al mirar
hacia atrás, dos filas por encima de nosotros vi. a dos chicas, eran
impresionantes. Una era rubia y debía de tener unos 25 años más o menos, ojos
claros y unos labios gorditos que daban ganas de morder. Al estar sentada no la
podía ver bien pero tenia pinta de tener un cuerpo bonito.
Yo no podía dejar de mirar hacia atrás y ella creo que se
dio cuenta pues me miraba y hablaba en voz baja con su amiga y se reían. En uno
de mis giros, la sonreí y ella me devolvió la sonrisa cosa que m alegro
bastante. Después de esa sonrisa, siguieron mis giros de cuello, estaba más
pendiente de ella que del partido y eso que estaba emocionante. La gente no
dejaba de animar y levantarse celebrando los goles locales, y yo aprovechaba eso
para levantarme y mirarla mejor. Cada vez que hacia eso, ella se reía más y
aquello me alegraba más todavía.
La primera parte acabo y decidí ir al lavabo,
conmigo se vino Dani y por causalidades de la vida justo en ese momento ella
llegaba con su amiga a los lavabos de mujeres. Me la quede mirando sin
disimulo, y el primer plano de ella me dejo helado. Era una mujer preciosa,
carita aniñada con una sonrisa preciosa y que cuerpo, de diosa. Tenía unas
piernas delgadas que se notaban duras, un culito levantado y con pinta de estar
muy bien, tenia unos pechos grandes y se notaba que estaban bien puestos.
Aquello me alegro mas la vista y me salio una sonrisa tonta, cosa que ella
aprecio y no pudo evitar reírse. Entraron en el lavabo y nosotros en el
nuestro, al salir con la excusa de comprar algo para beber le dije a Dani que
ahora iba para el asiento, y me espere en la puerta del lavabo de ellas. Al
salir ellas, sin pensármelo me acerque a ella y le susurre al oído que era una
preciosidad y que me estaba volviendo loco con su sonrisa. Ella me miro a los
ojos con picardía y me rozo sus labios con los míos, y se dio la vuelta y se dirigió
a su asiento.
Salí detrás de ella y le pregunte como se llamaba, me dijo que se
llamaba Nieves y me guiño un ojo a la vez que seguía andando. Yo estaba con un calentón
muy grande encima, y nuevamente al sentarme en mi asiento mi cabeza no dejaba
de girarse y mirarla. Era algo que no podía controlar. La segunda parte del
partido comenzó, y finalmente Ciudad Real gano 32 a 28 y consiguió
clasificarse para la siguiente eliminatoria.
Sin darme cuenta mi nueva amiga había
desaparecido y no había podido decirle nada más. Me sentó fatal, tenía ganas de
volver a oír esa voz. Después del partido nos dirigimos al hotel y decidimos
salir a cenar y tomar alguna copa. Nuestro hotel era el NH ciudad real, estaba
en la avenida de los Alarcos y en pleno centro de Ciudad Real.
Estaba en la
ducha y mi cabeza no dejaba de pensar en aquella chica, tanto pensar en aquello
me provoco una erección considerable. Notaba mi polla dura y caliente, sentía
mis testículos llenos de semen deseoso de salir fuera. Empecé a acariciarme, la
cogia y movía mi mano a lo largo de ella, dejando mi glande al descubierto. Mi
mente imaginaba a aquella mujer arrodillada frente a mí con mi polla en su
boca. Saboreándola y jugando con ella con su lengua. La veía de espaldas a mi y
yo penetrándola con un ritmo alto. Me veía con mi polla entre sus pechos,
apretada entre aquellas maravillas que tenia pellizcando sus pezones duros. Con
aquella imagen en mi mente no me costo nada correrme y sacar todo aquel semen
caliente y viscoso.
Para mi gran alegría la noche me tenía preparada una gran alegría. Al bajar a la recepción del hotel nos aconsejaron ir al
restaurante El Torreón. La verdad es que era un sitio típico de allí y la
decoración era por lo visto típica de aquella zona. La comida estaba muy bien y
pasamos un gran rato. Nos invitaron a tomar una copa en el restaurante cosa que
agradecimos y aprovechamos. En el mismo restaurante preguntamos por un par de
sitios con ambiente para tomar una copa y nos aconsejaron dos, Carmona’s pub y
El Ángel Azul.
Decidimos ir al primero y al entrar esta lleno de gente, se oía
la canción nueva del canto del loco y había gran ambiente. Nos acercamos a la
barra y pedimos cada uno una copa, mientras charlábamos entre nosotros, nos reíamos,
mirábamos a las chicas que había por allí y la verdad es que había mujeres
preciosas. Pregunte al camarero por el lavabo, y me comento que estaba al final
de la barra. Me dirigí hacia allí, y cual fue mi sorpresa cuando al final de la
barra estaba ella sentada con 3 amigas más. Me miro sorprendida de verme allí y
yo simplemente la sonreí y pase de largo.
Al entrar en el lavabo mi corazón iba
a mil. No podía creer la suerte que había tenido. Respire hondo 3 veces antes
de salir, y me dirigí hacia ella. Sin que me viera me acerque a su oído y le
susurre que estaba todavía más bonita esta noche que por la tarde, seguidamente
me dirigí hacia donde estaban mis amigos. La noche iba animándose y empezamos a
bailar, había una pequeña pista. Al verme allí ella se acerco y empezamos a
hablar, al haber tanto ruido ella se acercaba mucho a mí y podía oler su
perfume, era muy dulce y me estaba volviendo loco.
Sentía su cuerpo cercano al
mió, sus pechos rozaban con mi pecho y los sentía duros debajo de aquella
camisa fina que llevaba. La llevaba abierta por arriba y dejaba ver un
magnifico escote que parecía decir cómeme. Se le veía un poco del sujetador que
llevaba, era negro y parecía sexy. A medida que iba pasando la conversación la
confianza iba aumentando y mis manos ya tocaban su espalda o acariciaba sus
brazos. Ella cada vez se apoyaba más en mí y sentía su rodilla entre mis
piernas, como si estuviera acariciándomelas.
Aquel roce estaba volviéndome loco
y eso empezaba a notarse en mi
entrepierna. Notaba como mi polla estaba creciendo de tamaño y estaba endureciéndose.
No se si ella se daba cuenta, pero ella seguía con sus caricias y cada vez
pegaba más sus labios a mi oído al hablarle, casi podía sentir su lengua
rozando mi oído. Para intentar calmarme un poco, le dije si quería una copa y
nos acercamos a la barra. Al haber tanta gente el hueco en la barra era más
bien pequeño y ella quedo delante mió pegada a la barra. Pedimos dos copas, y
esperamos a que nos las sirvieran, durante ese tiempo detrás de ella yo le
hablaba al oído y para eso necesitaba pegarme a ella.
Al parecer ella noto mi
entrepierna abultada y pareció gustarle pues empezó a pasar su culito por todo
mi paquete. Su mirada paso a ser lujuriosa y su lengua pasaba por sus labios a
la vez que me miraba. Una de sus manos se coloco entre los dos y paso
directamente a mi entrepierna. Me sobaba la polla por fuera del pantalón, la
apretaba contra su mano y la recorría entera. Me estaba volviendo loco con sus
caricias. Mi calentura estaba alcanzando límites muy grandes y así, viendo que
ella estaba también muy caliente metí una mano entre sus piernas y acaricie
todo la longitud de su rajita por encima del tejano apretado que llevaba.
Aquello pareció gustarle pues se giro y me beso en la boca, nuestras lenguas se
juntaron, y no paraban de jugar. Mordí sus labios como tanto deseaba sintiendo
un placer inmenso. De repente el camarero nos corto el rollo. Apareció con las
copas y nos dirigimos a la pista de nuevo. Menos mal que el local estaba oscuro
porque mi erección era considerable. Llegamos a la pista y ella se acerco a su
grupo de amigas, en cuanto llego empezaron a reírse y a cuchichear, y por mi
lado, mis amigos empezaron a bromear con la suerte que había tenido. Yo solo
los oía, porque mi mente solo estaba para ella en aquel momento.
Deseaba estar
entre sus piernas y sentir su interior, su humedad en mi polla, quería
penetrarla hasta hacerla reventar de placer. Que se agarrara a mí pidiéndome
más. Por mi cabeza paso incluso entrar en el lavabo y hacerlo allí mismo, pero
prefería algo mas especial. Después de un rato hablando con ellas se acerco y
me pregunto si queríamos ir a un piso de una amiga suya y acabar allí la
fiesta. Yo lo consulte con mis amigos y por supuesto, ellos no pusieron ningún
impedimento. Salimos del local he hicimos las presentaciones entre nuestros
amigos. Las amigas de Nieves hay que reconocer que estaban muy bien, pero mis
ojos y todo mi cuerpo eran solo para ella. Nos comentaron que el piso estaba
cerca y que no hacia falta ni coger taxi.
Después de un paseo de 10 minutos y de una serie de bromas
para romper el hielo, las parejitas se fueron haciendo solas y al llegar al
piso, la vergüenza del primer momento ya había pasado. Al entrar en el bloque y
subir al ascensor no cabíamos todos y Nieves y yo nos quedamos los últimos. Al
subir al ascensor, ella toco al botón del piso de su amiga. Era un sexto y
tenia tiempo para besarla a solas. Nuestros labios se juntaron y las lenguas
jugaban la una con la otra, de repente me asuste, el ascensor paro de golpe y al
abrir los ojos vi. un dedo de ella que estaba en el botón de stop. La mire y su
mirada me lo dijo todo, y mucho mas al notar su mano sobre mi paquete.
Abrió mi
pantalón y bajo la cremallera metiendo su mano dentro. Empezó a acariciar mi
polla, la cual no tardo en responder y ponerse dura. La saco del bóxer elástico
que llevaba y se arrodillo ante mí. Empezó a darme besitos en la punta, sacaba
la punta de su lengua y la recorría de arriba abajo hasta llegar a mis
testículos. Su dulzura se convirtió en pasión en pocos momentos, se metió mi
polla en su boca y empezó a comérmela con ganas. Sentía el calor y la humedad
de su boca en todo mi aparato.
Era una de las mejores mamadas que me habían
dado nunca, se la saco de la boca y empezó a jugar con mis testículos. Los lamía
y se los metía en la boca por separado. Me estaba dando un placer descomunal,
sentía mi orgasmo cercano, pero no quería que fuera así como quería llegar a
el. La levante y empecé a besarla. Mi mano fue hasta su entrepierna y empecé a
acariciarla por encima. Le abrí el pantalón y se lo baje dejando al descubierto
un tanga negro muy sexy. La gire y empecé a darle besitos por los cachetes de
su culito. El tanga se le metía entre ellos y daba una imagen espectacular. Mordí
su culito y aquello parecía gustarle pues su respiración se aceleraba por
momento.
Decidí pasar a la acción y aparte su tanguita para pasar mi lengua por
su ano. Lo repase lentamente y pude oír sus primeros gemidos, eran bajos pero
llenos de pasión, de su ano pase a su rajita. Abrí sus labios con un dedo y
note que estaba muy mojada cosa que m excito mas si podía, pase mi lengua por
toda la longitud de su coño y aquello hizo que soltara un gemido que escuche
perfectamente, se giro para decirme que siguiera, que la estaba volviendo loca.
La penetre con un dedo, y entro sin problema debido a su humedad. Empecé a
jugar con mi lengua en su clítoris y aquello la volvía loca. Mi dedo dentro de
ella masturbándola y mi lengua taladrando su clítoris. Sus gemidos crecían y su
cuerpo no dejaba de moverse cosa que me avisaba de que su orgasmo llegaba,
acelere mi lengua y añadí un dedo más a su interior. De golpe pego un chillido
de placer que debieron de escuchar en todo el bloque y me lleno de corrida mi
boca. Pude sentir toda su humedad en mi boca, y empecé a limpiarla con mi boca.
Me levante y empecé a besarla y al oído le dije que aquello era solo el
principio. Decidimos seguir el trayecto del ascensor y llegamos al piso.
Durante nuestro de pasión en el ascensor las cosas se habían
acelerado entre nuestros amigos. Al entrar en el piso nos quedamos alucinados.
Dani y su amiga Maria estaban en el sofá, ella sentada a horcajadas sobre el,
sin camiseta y Dani comiéndole las tetas.
David y su amiga Susana en la cocina, ella estaba de rodillas y comiéndole
la polla, y finalmente en su habitación, estaban Carlos y Gema. Gema estaba
cabalgando a Carlos con fuerza, se retorcía del placer.
Al ver aquello Nieves y
yo decidimos buscar nuestro nidito de pasión y salimos a la terraza. Era grande
y había varias hamacas para tomar el sol. Gracias a que no hacia nada de frío,
pudimos desnudarnos sin problema a coger frió, cosa que era difícil debido a la
calentura que llevaba. Empecé a desnudar a Nieves. Le abrí los botones de la
camisa uno a uno, dejando al aire sus grandes pechos. Llevaba un sujetador que
los levantaba más si cabe. Sus pezones se apreciaban a través de la fina tela
debido a su calenton. Le abrí el sujetador y deje sus tetas al aire. Las bese y
jugué con mi lengua por la aureola de sus pezones. Mis manos se apoderaron de
sus pechos y los apreté entre si. Metía la lengua entre ellos y los repasa por
el contorno, me apodere de sus pezones y empecé a lamerlos.
Sentía como se endurecían
mas por momentos, ella me apretaba con sus manos contra ellos para que no
parara. Me besaba el cuello y mordía el lóbulo de mis orejas. Abrí el cinturón
de su pantalón y abriéndole la cremallera deje caer sus pantalones y
seguidamente le quite el tanguita. La tumbe boca arriba en una de las tumbonas
con las piernas bien abiertas. Me arrodille delante de ella y empecé a besar
sus piernas. Empecé por sus tobillos, muy lentamente iba ascendiendo, alternaba
mis labios con la punta de mi lengua, me pasaba de una pierna a la otra. Llegue
hasta la altura de sus muslos, y su rajita estaba delante de mi.
La llevaba
bien depiladita y aquello alegraba la vista de cualquiera. Empecé a besar el
interior de sus muslos, los mordía con suavidad y llegue hasta sus ingles. Pase
mi lengua por ella hasta su ombligo, y volví a bajar por el mismo recorrido.
Sin pensármelo dos veces, pase mi lengua por su rajita, puse la lengua entre
sus labios y a medida que la movía los abría, lo hice varias veces y ella me decía
que no parara, la pasaba de arriba abajo e incluso la penetraba con la lengua.
Con la ayuda de mis dedos, frotaba su clítoris y sentía como se hinchaba de
placer. Lo lamía con pasión y aquello estaba consiguiendo que su orgasmo se
acercara mucho.
Me pidió que parara y me desnudara. Me quite la ropa y mi polla
quedo ante ella, se sentó en la hamaca y mi polla quedaba a la altura de sus
pechos. Los cojio con sus manos y paso sus pezones por la punta de mi glande,
se notaba que disfrutaba, pues cerraba los ojos y abría su boca dejando escapar
pequeños gemidos. Jugaba con sus pechos por mi polla y finalmente la atrapo
entre ellos y empezó a masturbarme con ellos. La imagen de mi polla entre sus
pechos me excito muchísimo, yo mismo ayudaba moviendo mi cintura de arriba a
abajo, al levantarme mi polla quedaba casi en boca y ella sacaba su lengua para
pasarla por la punta.
Los dos estábamos muy excitados, y yo deseaba penetrarla.
Me coloque entre sus piernas y guiando mi pene hasta su entrada, acaricie sus
labios con la punta, cuando la sentí húmeda empecé a penetrarla lentamente, sentía
entrar mi polla poco a poco en aquel horno que tenia. Estaba muy caliente y a
la vez húmedo, mi polla entraba con facilidad. Me quede quieto para que su coño
se adaptara a mi polla y la bese en su boca. Empecé a moverme al compás de
ella, parecía que lo habíamos hecho siempre, el ritmo aumentaba y ella cada vez
gemía más y me pedía que no parara.
Mi cuerpo se arqueaba como intentado coger
mas impulso para entrar lo mas adentro posible de ella. Cuando sentí que estaba
próximo a correrme me pare y Salí de dentro. La cambie de posición y la puse a
4 patas. Aquella visión de su culito me puso a cien y comencé a metérsela por
su coño desde atrás. Esta vez mis manos empezaron a coger sus tetas y las
amasaban. Mi polla entraba una y otra vez sin descanso, lleve uno de mis dedos a
sus labios y empezó a chuparlo como si fuera mi polla, estaba muy excitada y me
ponía muy malo. Con esta penetración podía sentir como entraba muy dentro de
ella.
Y ella a su vez parecía disfrutar más todavía. Me pidió cambiar de
postura y me tumbo boca arriba. Se puso de pie mirando mi polla y se puso de
horcajadas sobre mí. Fue bajando poco a poco hasta que la punta de mi polla
rozo su entrada, y se dejo caer sobre ella. Entre de una vez dentro de ella, y
los dos soltamos un gemido a la vez. Apoyo sus pies contra el borde de la hamaca y empezó
a montarme, sus pechos subían y bajaban del movimiento y su cara y sus gemidos
dejaban ver el grado de placer que estaba alcanzando. Mis manos apresaban sus
pechos y pellizcaban sus pezones. Los apretaba y acariciaba con la yema de mis
dedos.
Metí un dedo en su boca y empezó a jugar con su lengua a lo largo de el.
Lo chupaba con mucha sensualidad y me volvía loco. Con mi otra mano empecé a
jugar en su clítoris y sus movimientos eran cada vez más rápidos. Empezó a
decirme que se iba a correr y se apretó contra mí. Me abrazo y los dos llegamos
a un orgasmo intensísimo. Llene su interior con mi semen caliente como tanto había
deseado y ella me lo agradeció con un dulce beso. Nos quedamos abrazados unos
minutos en los cuales no dejaba de acariciar su espalda y besar sus hombros.
Hablamos en esa posición y me comento que su familia era de Manresa pero que
llevaba un tiempo viviendo allí. Las vacaciones las solía pasar en Manresa, yo
le comente que era de Barcelona y que me encantaría volver a verla. Nos
seguimos besando y nos quedamos dormidos así abrazados. Las vacaciones de
verano quedaban cerca…………..
Continuara……..
Sergio sergio1978_3@hotmail.com
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